martes, 27 de mayo de 2014

¿Anarquía y caos es lo mismo?

No sé cómo empezó, pero he notado que se usa el término “anarquía” como sinónimo de caos; cuando la anarquía, en términos muy generales, es la ausencia de un ente con poder dominador (i.e. Estado).

En una búsqueda rápida, en nuestros medios podemos encontrar frases como estas:

  • “La anarquía impera en las tarifas, pues mientras en delegaciones como Tláhuac e Iztapalapa el cobro máximo del pasaje por persona asciende a 6.50 pesos por una distancia de kilómetro y medio, en el primer cuadro de la ciudad van desde 30 a cien pesos, según el recorrido.” (Fuente)
  • “El PRI se vio obligado a argumentar, lo hizo el senador Omar Fayad, quien señaló que México es una democracia representativa pero no se puede renunciar a ello, ya que consultar al pueblo en materia energética llevaría a la anarquía.” (Fuente)
  • “La contaminación ambiental, la estridencia urbana, el elevado déficit de infraestructura urbana, de equipamientos colectivos y de servicios públicos, etcétera, hacen de esta urbe un ejemplo de irracionalidad metropolitana. Caos en movimiento, decía el gran poeta Baudelaire, que se aplica perfectamente a nuestra anarquía desquiciante.” (Fuente)

Pero... ¿a qué se debe que ante cualquier desorden o caos se le nombre “anarquía”?

Desde que nacemos nos encontramos con figuras de poder, las cuales son concebidas, socialmente, como guardianas del orden. Gracias a estas figuras es que las personas no se desmanan ni desbocan ni mucho menos se desmandan. Es decir, que si estas figuras no existieran el orden se acabaría.

Quiero pensar que esta asociación discursiva entre anarquismo y desorden se debe a: la anarquía, al significar la ausencia del poder dominador, genera desorden; porque las personas no son capaces de guardar orden, si no se tiene a “alguien” que haga entrar en razón a las personas y les obligue a comportarse ordenadamente.

Esto quiere decir que: ¿las personas desconfían de su razonamiento para poder comportarse ordenadamente si no se tiene un ente coaccionador que las obligue a guardar el orden?, me gustaría pensar que no, y que solo esta asociación discursiva es superficial y no un juicio encallado en el subconsciente.

La anarquía no es una filosofía que abandere al caos, sino a la libertad; y mientras no se logre disociar estos conceptos, las personas seguirán temiendo a la anarquía...

*Este será el primero de varios textos sobre la concepción que tengo sobre la anarquía...

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