Por: Jonathan Zuloaga
Durante el 2014 se ha presentado
un debate entre los principales analistas económicos y políticos del país sobre
la actualidad y perspectivas del comportamiento de la economía mexicana, a mi
parecer las discusiones se centran en diferentes enfoques, desde el
cuestionamiento de si realmente estamos en ¡¡¡Recesión!!! – debate que podría
aclararse si se siguen las definiciones que INEGI, que a su vez toma de OCDE,
sobre los ciclos económicos- hasta en la interpretación de los datos económicos
publicados más recientemente.
Podemos enmarcar lo anterior en
los siguientes ejemplos:
La Secretaría de Hacienda
enfatiza en el boletín el 12 de mayo[1]
que la publicación de tres datos económicos (producción industrial de marzo,
empleo del IMSS de abril y ventas de la ANTAD de abril) apoyaba el discurso
oficial de que la economía mexicana estaría recuperando una tendencia positiva
describiendo el momento como “buen camino o dirección correcta” sin embargo, si
analizamos más a fondo los 3 indicadores podemos obtener una conclusión
diferente a la de la dependencia.
Producción Industrial: El boletín de Hacienda se centra en el dato
en términos anuales, 12 meses, mismo que observó una expansión de 3.4% en
marzo. Cabe resaltar que el boletín de INEGI publicado ese mismo día señala en
el primer párrafo que con cifras desestacionalizadas la producción de marzo
cayó 0.13% en el tercer mes del año respecto al mes anterior y que si se toman
esos datos (ya corregidos) para observar el crecimiento de los principales
componentes, dos de ellos tuvieron crecimientos marginales en marzo respecto a
febrero (Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica,
suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final 0.26% y Construcción en 0.05%) mientras que los otros
dos componentes incluso tuvieron contracciones (Minería -0.48% y las Industrias
manufactureras -0.34%). Al respecto en el boletín de SHCP se destaca un
crecimiento de 7% en manufactura en términos anuales. Las cifras subrayadas por
la dependencia encabezada por Luis Videgaray no son falsas pero no reflejan el
comportamiento real del indicador ya que si este se revisa solo en términos
anuales incluye un efecto calendario muy marcado, debido a la Semana Santa que
en 2013 fue en marzo y 2014 en abril y que por lo tanto en términos relativos
favorece al año que contó con en el mes en cuestión con más días hábiles. De
hecho en términos del trimestre queda claro el sesgo de semana santa, ya que
con cifras originales corregidas por el efecto calendario en términos anuales
apenas se alcanza un crecimiento de 0.4061% para el primer cuarto del año
respecto al mismo trimestre del 2013, muy por debajo del 1.6% reportado con
cifras originales sin corregir por dicho efecto calendario.
Empleo del IMSS: Para ejemplificar el estado del sector laboral
SHCP decide utilizar un dato muy acotado, aunque tienen un valor por ser
oportuno, sus registros no necesariamente reflejan el estado del sector laboral;
“el cambio en los registros administrativos del IMSS no necesariamente implica
cambios en el número de empleos y, muchas veces, no coincide su comportamiento
con el ciclo económico”[2].
Entre otras cosas como indicador, el número de asegurados a través del IMSS
deja afuera actividades económicas no registradas, de hecho si tomamos en
cuenta los datos de la ENOE respecto a personas ocupadas en enero de 2014 este
asciende a más de 49.3 millones (datos del Censo de Población y Vivienda 2010)
mientras que para abril de 2014 el total de trabajadores asegurados en el IMSS
asciende a un poco menos de 17 millones, así que hay alrededor de 32 millones
de personas ocupadas que no están cubiertas por el Instituto, sin tomar en
cuenta a los trabajadores informales. De este modo se puede ejemplificar que,
aunque el dato es correcto no necesariamente explica el estado del sector en
cuestión.
Ventas ANTAD: El boletín de ANTAD del 12 de mayo literalmente
señala que “Se debe considerar que Abril 2014 fue favorecido por la celebración
de la Semana Santa” a pesar de ello, en el comunicado de Hacienda no se hace
alusión a dicho evento. De igual manera se ignora que el reporte de ANTAD
enfatiza la caída del indicador en términos cuatrimestrales, una aproximación
que al tomar marzo y abril tanto para 2013 como para 2014 eliminaría el efecto
del sesgo de Semana Santa, para el primer tercio de 2014 (-0.5%).
Aunque el breve análisis de los
datos comentados podría ser suficiente para entender la actualidad de la
economía mexicana, nada mejor que la publicación del indicador más importante para
ese fin, el PIB del 1er trimestre,
publicado el viernes pasado[3].
El indicador mostró para el primer cuarto del año un crecimiento de apenas
0.28% con cifras desestacionalizadas, apenas por arriba del 0.18% observado
para el último trimestre del año pasado. De forma similar a la que fueron
presentados los datos revisados anteriormente, funcionarios de Hacienda el
viernes enfatizaron el crecimiento de 1.8%
en términos anuales, comparándolo con el 0.7% del último trimestre de
2013, nuevamente sin señalar que el crecimiento tiene un sesgo positivo por
semana santa[4],
ya que al corregir por efecto calendario la expansión es de apenas 0.64% parar
el 1er trimestre para su observación 12 meses.
A pesar del enfoque positivo que
da la dependencia encargada de las finanzas públicas del país al comportamiento
de la economía reportado por INEGI, su estimación de crecimiento se recortó de
3.9 a 2.7 por ciento para este año el viernes pasado (ya Banxico había recortado
su estimación de un rango entre 3 y 4 por ciento a entre 2.3 y 3.3 por ciento,
las estimaciones del sector privado según la encuesta de Banamex del 20 de mayo
lo ubican en 3 por ciento). Lo anterior nos hace recordar la serie de recortes
de este tipo que realizó la SHCP sobre el crecimiento del PIB el año pasado,
pasando de alrededor de 3.5 al 1.3 por ciento, aunque como se comentará después
no parece que la situación sea tan dramática en 2014.
Es importante señalar que para
alcanzar el 2.7% la economía tendría que crecer en promedio 3% en los tres
trimestre restantes en 2014, la realidad es que parece complicado pero al menos
se reconoce que las perspectivas para que ello se materialice se basan en
impulsos internos y externos que tienen una probabilidad positiva de ocurrir.
Hoy el Secretario de Hacienda y
el responsable del de la Unidad de Planeación económica, Luis Videgaray y
Ernesto Revilla, señalan en los periódicos Reforma y El Financiero
respectivamente, que el estancamiento que vio la economía en el 1er trimestre
obedece a tres factores, la debilidad de su par estadounidense en la primera
parte del año, una menor producción petrolera y los efectos de la reforma
fiscal que entró en vigor en enero, sin dar mucha importancia al efecto de esta
última y enfocándose más bien a factores externos, aun cuando la reforma se
caracteriza por ser regresiva, afectando el consumo e ingreso privados y de
ninguna manera fue una política anti cíclica como se ha querido vender[5].
La apuesta oficial para mejorar
las perspectivas en lo que resta del año por lo tanto, es que el estancamiento
haya tocado fondo en el 1er trimestre, por ello los funcionarios subrayan que
la economía se acelerará en la segunda parte del año, lo cual es muy probable
si tomamos en cuenta que venimos de una base muy baja de comparación respecto al
año pasado, que efectivamente el dinamismo de la producción industrial en
Estados Unidos, al ser nuestro principal socio comercial, será benéfico para
México, de hecho hoy el dato de balanza comercial de abril[6]
mostró un comportamiento positivo en exportaciones no petroleras, además de que
probablemente hacia finales de año se ejerza más activamente el gasto público,
con fines electorales, aunque el efecto positivo será de corto plazo comparativamente
mejorará la lectura de la actividad
económica.
En conclusión, la actualidad de
la economía nacional presiona los intereses políticos para buscar buenas
noticias en los indicadores de coyuntura, que por su parte pueden tener
diferentes interpretaciones según el enfoque con que se analicen, es importante
subrayar que el boletín y las declaraciones de los funcionarios de Hacienda no
presentan datos erróneos o falsos, pero se hacen omisiones fundamentales para
que la lectura pueda estar en línea con una economía que “evoluciona hacia la
dirección correcta” y no una economía estancada. Dar el enfoque correcto al
análisis de los indicadores coyunturales que son provistos por instituciones
como INEGI y Banxico es importante e implica usarlos bien y esa práctica debe
ser prioritaria para funcionarios públicos y periodistas, sin embargo en la
práctica esto sería tanto como esperar un reconocimiento de errores por parte
de los primeros y al parecer los segundos no lo hacen, en el mejor de los casos,
por desconocimiento del tema.
[1] http://www.shcp.gob.mx/SALAPRENSA/doc_comunicados_prensa/2014/mayo/comunicado_042_2014.pdf
[2]
Jonathan Heath, “Lo que indican los
indicadores”, Capítulo 5to “Mercado Laboral”
[3] http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/comunicados/pibbol.pdf
[4] El comunicado de INEGI (nota al pie 2)
presenta en su primera hoja una referencia donde se indica que el indicador es
afectado por el efecto calendario.
[5] http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/que-nos-muestra-el-pib-del-primer-trimestre-de-2014.html
y http://hacienda.gob.mx/Biblioteca_noticias_home/articulo_lvc_pib_reforma.pdf
[6] http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/comunicados/balopbol.pdf
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